Исхо́дъ, Главы 3-9

—¡Moisés, Moisés!

—Aquí estoy —respondió él.

—No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

—Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.

Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

—Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus angustias.

—¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel?

—Yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

—Si voy a los hijos de Israel y les digo: “Jehová, el Dios de vuestros padres, me ha enviado a vosotros”, me preguntarán: “¿Cuál es su nombre?” Entonces ¿qué les responderé?

—“Yo soy el que soy.”

Y añadió:

—Así dirás a los hijos de Israel: “‘Yo soy’ me envió a vosotros.”

—Así dirás a los hijos de Israel: “Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros.” Éste es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.

—Entra a la presencia del faraón, y dile: “Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo para que me sirva,

—Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra.

—Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante del faraón.

—Levántate de mañana, ponte delante del faraón y dile: “Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva,

—Extiende tu mano hacia el cielo, para que caiga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, sobre las bestias y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.

—He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.

—Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová; los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que sepas que de Jehová es la tierra.